Capitulo 59

<Paula>

El clima después de la llamada de Mauricio, se había vuelto un poco tenso. Sabias que aunque no te lo dijera, a Pedro le molestaba que hubieras atendido, y su pregunta luego no hizo mas que confirmártelo. No sabias que responderle, pero quizás se dio cuenta de que no era buena idea preguntarlo, no cuando se habían prometido mutuamente no traer temas personales.

En ese momento, el celular de él, comenzó  a sonar, sabias perfectamente que se trataba de su mujer, pero al contrario de él, vos no quisiste quedarte escuchando…no te creías capaz de hacer silencio mientras él hablaba con la mujer que era su dueña…el tenia dueña y no eras vos.

Te levantaste para ir al baño, no sin antes haber tomado tu ropa para poder cambiarte. Te miraste al espejo y te entraron unas ganas terribles de llorar, sin embargo, no había nada que pudieras hacer al respecto, puesto que no tenías las herramientas para manejar tus sentimientos. Por mas que no quisiste, pudiste llegar a entender que ella queria que almorzaran juntos y vos eras la culpable de que no pudiera hacerlo…su marido estaba con vos, su amante.

Respiraste unas tres veces antes de salir del baño, tenías que irte cuanto antes de allí…no querías mirarlo a los ojos, no te atrevías a hacerlo.

Lo que paso luego de salir del baño, se te había ido de las manos, aunque en el fondo sabias que quizás era lo mejor. Su carita al decirle que tenias que irte te habia dado como una patada en el estomago, porque estabas siendo una estúpida, con vos misma y con el, que no tenia la culpa del quilombo que tenias en tu cabeza…aunque si, porque el era todo en lo que podias pensar.

Te sentías mal por tener que mentirle, pero necesitabas salir con urgencia de allí.

-te voy a extrañar—dijiste con un atisbo de sonrisa—

-yo también hermosa—dijo el, y te abrazo una vez mas. Cuando saliste de su abrazo, el nudo que tenias en la garganta se hizo aun mas grande-

Saliste de allí lo mas rápido que te fue posible, y una vez sola, dejaste escapar las lagrimas que venias conteniendo desde que saliste del baño. No detuviste tu paso hasta que estuviste encima del auto, ahí le diste rienda suelta a tu llanto.

Emprendiste camino hacia casa de Maia, mientras intentabas encontrar alguna explicación para lo que habia sucedido hacia un rato atrás con Pedro. Lo habias dejado confundido, pero nada se comparaba con la confusión que tenias vos.

Era verdad que te confundia, porque dia y noche pensabas solamente en Pedro, pero sin embargo, tu vida estaba junto a otro hombre, y tu futuro tambien.

Una vez que llegaste al edificio de tu mejor amiga, estacionaste el auto cerca de la entrada y subiste. 

Ella te te abrio la puerta un tanto sorprendida, porque no le habias avisado nada acerca de tu visita, y sobre todo, por tus ojos rojos e hinchados.

-¿Qué paso? ¡¿Qué te paso?!—pregunto, preocupada haciéndote pasar. Vos hiciste silencio mientras dejabas tus cosas sobre el sofá. Te sentaste y soltaste un suspiro—

-me encantaría saber que carajo me pasa—dijiste frustrada y subiendo tus pies a la mesa ratona. Sentiste que tu amiga se sento a tu lado y solto un suspiro tambien—

-a mi me encantaría que fueras a terapia—dijo ella divertida—si vos sola no podes con tu vida, es necesario que busques ayuda para poder, ¿sabes?—dijo ella y le sonreíste, aunque no era mala idea la que te habia tirado. Quizás deberias pensarlo—

-Ojala fuera asi de fácil—dijiste—

-te juro que no se que mas necesitas para darte cuenta de que estas hasta las manos con ese tipo, Paula—dijo ella y la miraste con miedo—

-No tiene nada que ver eso Maia, ya te dije que no siento nada por Pedro, solo estoy confundida. No paro de compararlo con Mauricio, eso es verdad, pero por el hecho de que, que se yo—dijiste encogiéndote de hombros—nunca me habias prestado tanta atención, ¿sabes?, es como que se interesa por todo lo que hago o dejo de hacer, me pregunta todo el tiempo como estoy…y ni siquiera duda a la hora de vernos—dijiste suspirando—pero el tiene dueña Maia, y no soy yo—dijiste—

-y como te encantaría ser su dueña eh—dijo ella riendo—¿y porque viniste llorando entonces?—pregunto ella y volviste a encogerte de hombros—

-Porque estábamos juntos y me llamo Mauricio porque teníamos cita con la wedding planner, y despues su mujer lo llamo a el….y que se yo, me siento re mal, porque capaz su mujer lo quiere a el y busca todo el tiempo pasar tiempo con el. Tiempo que por un lado no lo pasa trabajando, sino que la mayoría de las veces conmigo….me siento culpable—dijiste, y nuevamente tus ojos se aguaron—

-pero no tenes porque sentirte culpable, en todo caso la culpa es de los dos, o de la mujer…por algo esta buscándote todo el tiempo, ¿no te parece?, ademas, el tampoco parece muy preocupado por ella, ¿Por qué tendrías que ser vos quien se preocupa?—dijo ella y suspiraste—

-no se…pero no me gusta ser la mala—dijiste encogiéndote de hombros—

-no sos la mala, sacate eso de la cabeza…ademas, por las cosas que contas, creo que a los dos les pasa lo mismo—dijo ella y la miraste frunciendo el ceño—

-¿Qué nos pasa?—dijiste vos, ella se encogio de hombros y en ese momento, tu celular comenzo a sonar, te hubiese gustado tanto que fuera el quien estuviera llamando, pero para tu suerte no era el, sino Mauricio—no lo quiero atender—dijiste y ella rio—

-no lo hagas—dijo ella—

-no se si quiero seguir esto con Pedro Maia—dijiste mientras ignorabas la llamada—

-vos, y nadie mas que vos, sabe que es lo que querés hacer, y aunque te hagas la confundida, sabes muy bien lo que queres. Estas poniendo mil excusas nada mas. Amiga, no se…solo vos podes cambiar las cosas—dijo ella y se levanto para ir a la cocina—

Vos te quedaste recalculando…quizás era mejor ir alejándote de Pedro de a poquito….de lo contrario, las cosas iban a salir muy mal, y por cosas te referias a vos misma.

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Hola hola!!!!!! presente aqui como lo habia prometido. Espero que les vaya gustando la historia, por favor, COMENTEN....

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