miércoles, 28 de diciembre de 2016

Capítulo 100- FINAL






<Paula>



Podría decirse que tu vida finalmente estaba siguiendo su cauce, estabas tranquila, feliz... completa.

Sonreiste mientras escuchabas esas pequeñas risitas al mismo tiempo que terminabas de cocinar, te asomaste por la ventana y viste correr a tus amores, tu corazón casi se sale de tu pecho de tanta felicidad.

Pusiste la mesa rápidamente y saliste a buscar a esas personitas por las cuales darías la vida.





-¡A comeeer! -- gritaste intentando llamar la atención, pero Olivia, Simón y Antonia corrían detras de su papá intentando mojarlo con "bombitas" de agua-

-Mama nos llama...¡termino el juego terremotos!-- dijo Pedro aminorando su paso y caminando hasta vos-

-¡Papa no! ¡No se vale! ¡nos mojaste y no nos dejaste tirarte nada! -- dijo Olivia enojada y cruzándosede brazos--

-¡sos un tramposo!-- dijo Simón y Antonia que simplemente imitaba a sus hermanos, mordiste tu labio inferior y miraste mal a Pedro--


-no podés hacerles eso a tus hijos-- dijiste y el te miró-

-adelante soy una cosa -- dijo dándose la vuelta y mostrándote su ropa llena de barro. Vos comenzaste a reir-- son unos salvajes, no juego más -- dijo el, más enojado que sus hijos. Vos reiste--

-sequense que la comida ya está lista-- dijiste y tus cuatros bebés caminaron en fila hacia las toallas, excepto Pedro a quien obligaste a quitarse la remera-





Al rato entraron juntos los cinco y se sentaron a comer, Olivia a tu lado, Simón con su papá y vos con Antonia sobre tus piernas. Tus ojos se desviaban a cada rato, yendo de tus hijos a tu marido, de tu marido a tus hijos...tu corazón no podía más de amor. Los finales felices si existían y el  tuyo estaba tomando forma poco a poco, aunque apenas era el comienzo.



Entre risas y charlas, el almuerzo terminó. Mientras juntabas la mesa tus pollitos subieron a su cuarto, había llegado el momento de la siesta y el momento en el que Pedro cumplia su mejor faceta de su rol de papá, por supuesto que nunca te perdías ese momento, así que te apuraste a terminar y subiste las escaleras rápidamente, abriste la puerta  de tu cuarto y tu corazón salto de alegría al verlo siendo aplastado por sus hijos, Antonia sobre su pecho, Simón del lado izquierdo y Olivia con medio cuerpo encima de su hermana y del lado derecho, Pedro con los ojos abiertos y pidiéndote ayuda para poder salir de ahí.




-ayudame-- susurro y vos reiste para luego acercarte y acomodar a tus bebés suavemente en tu cama, ese era el sitio de descanso para las siestas, la cama de mamá y papá--





Pedro salió de la cama suavemente y de la mano te saco de la habitacion. Luego te arrinconó contra la pared y pego su frente con la tuya.






-¿te dije que te amo?-- pregunto y sonreiste--

-hoy no-- dijiste y rodeaste su cuello con tus brazos-- pero se que me amas -- dijiste y el beso tu mejilla--

-estas más linda que nunca-- dijo el y sonreiste-- Pau-- dijo el-- ¡Pau!-- repitió pero sentías que no podías contestarle-- ¡Pau! -- escuchaste nuevamente--





En ese momento sentiste que te sacudieron y fue ahí cuando supiste que todo había sido un sueño, un lindo, hermoso pero corto sueño. Pedro te miraba asustado y no pudiste evitar sonreír.







-pense que te habías desmayado, hace rato estoy intentando despertarte--dijo el y te refregaste tus ojos con tus puños-- Vino tu hermano, Oli fue con el a buscar a tus papás, los míos ya están viviendo-- dijo el y frunciste el ceño para mirar la hora, te sorprendiste al ver que iban a ser las 21:00 de la noche--

-¡¿porque no me despertaste antes Pedro!?-- dijiste levantándose rápidamente, y mareandote en el intento, Pedro te sujetó de la cintura y volvió a sentarte en la cama.

-No seas brusca...por eso no te desperté, estas cansada --dijo el y sonreiste para luego besar su mejilla--

-estoy embarazada, no enferma-- dijiste rodando tus ojos. El suspiró--

-si te cuido porque te cuido, si no te doy bola porque no te doy bola...Igual te amo-- dijo el y reiste para tirarle una almohada-- veni loquita--dijo dándote su mano--

-¿ya te bañaste?-- preguntaste mientras bostezabas una vez mas--

-no...Te estaba esperando--susurro cerca de tu oído mientras te abrazaba por la espalda-- los embarazos te ponen hermosa-- dijo el y te diste la vuelta para besarlo--

- te amo-- dijiste--

-ya quiero contarles a todos que se viene el varoncito-- dijo el emocionada--


-¿y vos que sabes si es varón o no?-- dijiste acariciando sus antebrazos--

-porque yo se-- dijo el, besando tu cuello y haciéndote estremecer--






De a poco y suavemente te dio la vuelta para besarte, te fue arrinconando contra la pared y te robó el aliento. Se separó para mirarte, para clavar su mirada en la tuya. Era algo que siempre hacian, de alguna manera ese gesto los unia aún mas,que su amor fuera más real.





-amo mirarte-- dijo el en un susurro--

-amo amarte-- dijiste desde el fondo de tu alma--






El te beso con todo el amor del mundo, con toda la dulzura que podia transmitirte. Ese beso que fue el disparador de todo.

Pedro y vos terminaron de bañarse, y luego de cambiarse comenzaron a preparar todo. Al cabo de un rato, Olivia llegó con Gonzalo y tus papás, luego los padres de Pedro y su hermano. Todos quisieron ayudar y vos no te negaste, puesto que estabas un poco mareada pero finalmente lograste disimular bastante.

Una vez listo todo, se sentaron alrededor de la mesa, y la cena comenzó. Todos creían que se trataba de una especie de "juntada" pero la verdadera razón era la llegada del hermanito de Olivia, sonreiste al recordar el sueño que habías tenido, todo había sido tan real, y estabas segura de que quizás podrías terminar haciéndolo realidad. Pedro tomó tu mano por debajo de la mesa, y te sonrió cuando sus miradas se encontraron.






-¿Ya le hiciste la cartita a papá Noel Oli? -- le preguntó su tío Gonzalo, quien la tenía sentada en su falda--

-No...Pero adivinó mi regalo antes de que se lo pida -- dijo Olivia y Pedro te miró para luego sonreír--

-¿de verdad? ¿y que pediste?-- le preguntó su abuela Anita. Quien la miró con ese amor que la caracterizaba--

-le pedí un hermanito, pero ya lo puso en la panza de mamá, yo queria que este debajo del arbolito. Papá me dijo que tengo que esperar a que salga-- comento triste y todas las miradas se clavaron en vos, obviamente asentiste con una enorme sonrisa y automáticamente todos se levantaron para felicitarte--

-y se nos agranda la familia nomas-- dijo tu hermano abrazándote-- felicidades hermanita, no sabes lo feliz que estoy, ¡me vas a hacer tío otra vez!-- dijo emocionado y lo abrazaste aún más fuerte--

-a ver cuándo me haces tía vos a mi ehh. -- dijiste y tuvieron que separarse para que pudieran abrazarte todos--






La noche terminó, y con Olivia dormida en los brazos de su papá, subieron hasta su habitación para acostarla y poder irse a dormir ustedes. Pedro entró al baño y vos empezaste con tu labor de quitarte el maquillaje, cuando terminaste caminaste hasta el vestidor para buscar tu pijama, frunciste el ceño al darte cuenta de que Pepe aún no salía del baño, te cambiaste rápidamente.




-Mi amor...¿estas bien?-- preguntaste tocando la puerta suavemente--

-si amor. Ya salgo-- dijo el y caminaste hasta la cama para acomodarla antes de que se acostaran, bah, ibas a hacerlo hasta que un sobre de color rosa llamo tu atención, frunciste el ceño y te acercaste para agarrarlo. Tenía tu nombre en la parte delantera, así que la abriste y sacaste una carta de adentro, tu corazón comenzó a latir con fuerza cuando te diste cuenta de que era la letra de Pedro.





Amor:

 Quizás esta no es la mejor manera, pero es la única que se me ocurrió, simplemente quiero que sea especial, y no se si voy a lograrlo, pero espero que sí.

Sabemos perfectamente que nuestra historia no empezó como cualquier relación, y eso es lo que amo de nosotros, no somos la "típica"  historia de amor....Pero es nuestra y es única. 

Las palabras no bastan para expresarte todo lo que siento, pero quiero que sepas, que sos la mujer que siempre soñé tener a mi lado, desde el primer día en que te vi y aunque el reencuentro tardó cuatro años, nunca abandonaste mis pensamientos. Por suerte el destino y la vida nos volvió a cruzar y esta vez para no alejarnos nunca. 

No creo en las casualidades, y definitivamente volverte a encontrar no lo fue...Hace ocho años, encontré el amor en un viaje al que no pensaba ir, hace ocho años te dejé escapar....Pero hace cuatro años que mi corazón volvió a latir, y sos la causa principal, te agradezco por eso y sobre todo por darme un regalo tan hermoso como lo es mi hija, esa princesa que vino a sellar nuestro amor.


Ahora, voy a pedirte que camines hasta el baño para poder terminar con esta especie de carta en persona.






Terminaste de leer esos pequeños renglones y frunciste el ceño para luego sonreir, ¿de que se trataba todo esto?,  Con el corazón latiendo a mil, caminaste hasta el baño y respiraste unas tres veces antes de entrar, finalmente abriste la puerta y te encontraste con miles de velas, globos, rosas blancas por doquier...






-Pepe-- dijiste al no verlo por ningún lado--

-amor-- escuchaste su voz y te diste la vuelta. Tus ojos se llenaron de lágrimas al verlo vestido con una camisa blanca y pantalón de vestir, descalzo y arrodillado frente a vos-- te dije que iba a terminar la cartita en persona...Así que, ¿te gustaría casarte conmigo?-- pregunto casi en un susurro, por lo nervioso que estaba. Sonreiste a más no poder y te arrodillarte junto a él para abrazarlo por el cuello.

-te amo...Te amo con toda mi alma--dijiste besándolo--

-eso ya lo sé...Pero Decime si aceptas o no-- dijo con miedo y reiste. Lo habías olvidado--

-¡obvio que si! -- dijiste y el soltó un suspiro para luego separarse  y abrir la cajita de terciopelo y finalmente poner el anillo en tu dedo--

-esta tendría que haber sido la noticia...Pero el bebé me opacó los planes -- dijo el y vos sonreiste-- aclaro que no es por mis hijos...Quería que fueras mi mujer, pero con todo lo que pasó, no estaba seguro de si aceptarías o no-- dijo mirando hacia abajo. Tenías que reconocer que en algún momento lo habías pensado, quizás no quería volver a cometer el mismo error con otra mujer--

-no te voy a negar que en algún momento lo pensé, pero con Oli, y con este bebito que viene en camino, decidí que no había unión más fuerte que está, la  familia-- dijiste y el te abrazo con fuerza---

-te amo--dijo el--

-te amo-- dijiste y lo besaste con todas las ganas del mundo--





Ambos fueron levantándose suavemente del suelo y el te guió hacia la bañera, que dicho sea estaba repleta de pétalos de rosas blancas. Aún no podías creer todo lo que había hecho allí dentro y sin que te dieras cuenta, pero así era Pedro, una caja de sorpresas.



Entre besos y desvistieron para luego meterse dentro de la bañera, con el agua calentita. El se metió primero, luego lo hiciste vos para que pudiera abrazarte por la espalda, al mismo tiempo que dejaba besos en tu cuello, hombros y brazos.





-no puedo creer que está sea mi vida -- dijiste en un suspiro--

-no puedo creer que seas mi vida-- dijo el y giraste un poco tu cabeza para poder besarla--


-todo fue hermoso mi amor... Gracias-- dijiste entrelazando los dedos de tus manos con los suyos--

-me alegro que te haya gustado...Tenía miedo de que no-- dijo el y recostaste tu cabeza sobre su hombro. El beso  tu mejilla--

-Todo lo que haces me encanta...¿como pensas que no me puede gustar?, Encima esto -- dijiste mostrándole tu anillo, el cual brillaba en tu dedo--

-¿te gusta todo lo que hago?-- pregunto cerca de tu oído haciéndote sonreír-

-si-- respondiste--

-¿todo, todo?-- preguntó besando tu cuello, logrando estremecerte--

-Ajam-- dijiste notablemente afectada--





El no esperó un segundo más, y comenzó con su labor ahí mismo, en la bañera, la que tantas veces había sido testigo de su unión.
Por supuesto que terminaron haciendo el amor allí.

Estabas feliz. Completa, no te hacía falta nada más, nunca habías imaginado encontrar el amor de esa forma, sin embargo la vida te sorprendió, poniendo a Pedro en tu camino una vez más, y no solo para hacerte feliz, sino que para darte la familia que siempre habías soñado tener.



..........................


Y llegó el final!!!! Espero que les haya gustado esta historia, tanto como me gustó a mi escribirla!... Quiero leer sus comentarios al respecto, y también darles las gracias por acompañarme todo este tiempo y sobre todo por la paciencia!!!! Miles de gracias y nos vemos en la próxima novela, que espero sigan conmigo!!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤ 

@PauliterBel

Más de 15 comentarios y me tienen pronto.... Jajajajajajajaajaja, con nombre de tw

100




Capítulo 100






QUE LA INOCENCIA LES VALGA.



Feliz día de los inocentes❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤


SI ESTO NO LLEGA A LOS 15 COMENTARIOS!!! NO SUBO EL FINAL!!!! (CON NOMBRE DE TWITTER. NO VALE LA MISMA PERSONA)

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Capítulo 99




<Paula>

Acá era a dónde realmente pertenecias, este era tu lugar, sus brazos. Cerraste tus ojos y suspiraste satisfecha, nunca pensaste que la felicidad fuese un estado y no solo momentos determinados, porque así era con Pedro, desde que lo conocías que tu estado de felicidad era constante.

Te removiste entre sus brazos y terminaste por despertarlo, aún seguían en el hotel luego de la hermosa reconciliación, se habían quedado dormidos y ahí estaban, despertando. Eran las 23:00 de la noche y tenían que volver a casa.



-Hola-- dijo el todo adormilado, tanto que te hizo sonreír.

-hola mi amor --dijiste llevando tu mano a su mejilla y acariciándo su cara, su barba estaba un poco crecida pero le quedaba hermoso-- ¿estabas con sueño?-- preguntaste besando su barbilla--

-si...no dormí siesta, eso me mató-- dijo y comenzó a estirarse--

-tenemos que volver a casa -- dijiste y el sonrió--

-podemos pasar la noche acá...además, no me quiero mover, ¿vos si?-- pregunto y sonreiste para luego abrazarlo--

-mientras estemos juntos puede ser en cualquier lado --dijiste y el se acercó para besarte--

-te amo--dijo y sonreiste-- ¿te gusto la casa?-- pregunto de repente y recordaste tu recorrido por todos sus rincones

-¡me encantó! ¡pensaste en todo!...es hermosa--dijiste--

-y es nuestra-- dijo el y sonreiste a más no poder para luego tirarte encima de él y besarla--

-te amo --dijiste y el volvió a rodearte con sus brazos--

-mañana vamos a empezar con la mudanza...quiero que vivamos ahí cuanto antes-- dijo el y te acurrucastmás contra el--

-cuando vos digas-- dijiste y el bajó su mano para tocar tu pancita. Olivia se hacía sentir pero al parecer estaba tranquila, no se movía como una loca como algunas veces, tenía sus días está pequeñita--

-mañana mismo dije entonc--dijo el volviendo a besarte--




**** 


En efecto, y tal como el lo había dicho, habían comenzado la mudanza al otro dia, apenas salieron del hotel, el decidió no ir a trabajar, con el fin de que al final del día ustedes pudieran estar descansando en su propia casa, sus familias se enteraron y por supuesto que estuvieron presentes y dispuestos para ayudar...todos menos tu madre, te sentiste un poco decepcionada pero como te lo habían dicho reiteradas veces, habían tantas personas dandote amor al mismo tiempo, que te costaba pensar en que ella no estaba, aunque por supuesto no del todo, había ese huequito que faltaba rellenar...pero no era tu culpa, era ella quien estaba perdiéndose todo.


Para cuando el sol estaba terminando de bajar, todo estaba listo. Tampoco era que tenían muchas cosas que mudar, lamayoría de los muebles eran nuevos porque Pedro los había comprado, así que con ese tema no tuvieron que preocuparse....lo único de lo que tendrían que ocuparse era de ser felices, y tanto lo eran que habían decidido hacer la 'inauguración', de la casa esa misma noche. Invitaste a tus amigas, a tu familia, y Pedro hizo lo mismo por su parte, obviamente que le enviaste un mensaje a tu madre, ojalá viniera.

Vos estabas terminando de poner la mesa, iban a ser una multitud pero valdría la pena. Nunca estaba demás ser feliz rodeado de los que se quiere y esta vez muchas personas habían entrado en tu vida y para quedarse para siemore, como la familia Alfonso.

El timbre sonó y frunciste el ceño, aún era temprano pero estabas segura de que era tu suegra, ella siempre quería tener unos momentitos a solas, sonreiste y caminaste hasta la puerta para abrirla y encontrarte con tu madre del otro lado, la miraste con sorpresa, no la esperabas.


-Hola Pau-- saludo ella y vos sonreiste-

-Hola...no sabía que ibas a venir, no me contestaste el mensaje --dijiste y te encogiste de hombros--

-estas muy linda -- dijo ella y le sonreiste--

-gracias...pasa, todavía no hay nadie-- dijiste y ella paso en silencio, mirando todo a su alrededor. Se quedó mirando atentamente las fotos que había colgadas tuya con Pedro--

-¿el esta acá? -- pregunto y vos la miraste frunciendo el ceño--

-es el Papa de mi hija...por supuesto que está acá-- dijiste y ella te miro para luego soltar una sonrisita minima-

-asi que es una nena....que lindo Pau-- dijo ella y la miraste. Si bien cada vez que tu papá y tu hermano te visitaban cumplían con tu regla de no sacar el tema de tu madre, no imaginabas esa respuesta--

-pense que lo sabias-- dijiste y ella negó. Vos y ella habían perdido contacto luego de aquel almuerzo en el que llevaste a Pedropensaste que al menos tu padre se lo contaría--

-no Pau...tu papá y yo nos separamos-- dijo y la miraste boquiabierta, de todas las cosas que esperabas que te dijera sinceramente esta era la última. Ella sonrió con nostalgia-- la relación entre el y yo empeoró el día del almuerzo, pero tiene toda la razón. Hasta que no estuve sola no pude darme cuenta de lo que estoy perdiendome por mi egoísmo...sos mi única hija y estás viviendo algo único y quizás no sirve de mucho que te lo diga a esta altura, pero me arrepiento mucho -- dijo mirando hacia abajo. Estuviste a punto de responder cuando Pedro bajo las escaleras y se puso a tu lado. Su cuerpo se tenso y lo viste levantar su mano para saludar a tu madre-

-buenas noches señora-- dijo el y tu mamá asintió--

-Hola Pedro-- dijo ella y el tomo tu mano-- solo vine a decirle unas cosas a Paula...pero ya me voy-- dijo ella--

-No hace falta...invitamos a nuestras familias para cenar, y usted es la madre de Paula así que tiene el mismo derecho de estsr presente igual que todos -- dijo el y ella le sonrió--

-no quiero incomodarlos ni incomodar a nadie...Solo vine a disculparme con Paula y también te debo una disculpa a vos, te juzgué mal antes de conocerte, antes de que pudiera ver lo feliz que mi hija es a tu lado... Y ahora lo estoy viendo con los propios ojos-- dijo ella y Pedro sonrió-- que sean felices chicos-- dijo ella--

-te perdono mamá...te perdono-- dijiste y ella sonrió. Vos te acercaste y la abrazaste con fuerza-- quedate a cenar-- dijiste--

-quedese...es un motivo muy especial-- dijo Pedro y le sonreiste, porque era el comienzo de una nueva vida, una como familia--



Finalmente tu madre acepto quedarse y se puso a ayudarte con lo que faltaba mientras todos comenzaron a llegar. Al poco tiempo tu casa estaba llena de gente, risas y felicidad, así era como querías pasar el resto de tu vida. Riendo y siendo feliz con tu familia.

La cena comenzó y todos se pusieron a charlar acerca de lo consentida que sería Olivia, y no solo en el futuro porque ya habían traído miles de regalos para ella. En un momento Pedro se levantó de la mesa y lo viste irse al baño, su cara era sería y pensaste que quizás le había caído mal la comida. Cuando pensaste en levantar el volvió con la más enorme de sus sonrisas y frunciste el ceño al verlo tan feliz, el tomo tu mano y de repente la casa quedó en completo silencio cuando Pedro se arrodilló frente a vos...



-puedo decir que el amor a primera vista existe porque me paso hace cuatro años...  Y me paso una vez más cuando la vida volvió a ponerte en mi camino -- lo escuchaste decir y para esto tu vista se había nublado-- el resto de la historia ya la conoces, pero a pesar de todo. Confirmo que sos la mujer de mi vida, el amor de mi vida...la persona a la que estaba esperando para entregarle mi corazón. Y gracias a Dios llegaste porque con vos supe lo que es amar....te amo colo que soy, y me gustaría que podamos compartir el resto de nuestra vida juntos y llevarte vestida de blanco al altar...¿te casarias  conmigo? -- preguntó con lágrimas en sus ojos. La voz no te salía pero asentiste rápidamente. Todo el mundo estalló en aplausos y el se levantó para poner el anillo en tu dedo y abrazarte con todas sus fuerzas--



El principio de un amor que duraría para toda la vida.

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Hola hola!!!!!! presente aqui como lo habia prometido. Espero que les vaya gustando la historia, por favor, COMENTEN....

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Se va terminando. Comenten comenten comenten




jueves, 1 de diciembre de 2016

Capítulo 98




<Pedro>



Aún seguías intentando comprender que era lo que había pasado en la habitación hace un rato atras...tenías un nudo terrible en la garganta, pero te encargaste de sacarlo afuera por medio de lágrimas.


Quizás era un poco exagerado de tu parte pero realmente te habían dolido sus palabras.


Ahora mismo ni siquiera sabías a dónde ir, lo único que querías era estar solo y en lo posible rodeado de silencio. Lo primero que se te vino a la cabeza fue ir a un hotel, capaz que estar una noche lejos de todo no hacía mal, sin embargo estabas cansado, triste y con hambre, eso era una mala combinación.


Una vez que te registraste en el hotel, subiste a tu habitación correspondiente, suspiraste cuando sentiste el silencio y la soledad de aquel cuarto. Miraste tu celular una vez más y luego de contestarle a tu amigo, lo unico que fuiste capaz de hacer fue acostarte en la cama.


Cerraste tus ojos y poco a poco el sueño te venció.



****





Despertaste con lo que parecía ser un beso en tu mejilla, te removiste un poco pero seguiste sintiendo unas suaves caricias, por lo que abriste los ojos y mientras te acostumbrabas a la poca luz que iluminaba la habitación la silueta que antes veías borrosa se iba haciendo más nítida...finalmente la dueña de esa silueta era Paula, te sorprendió verla allí, sin embargo tu corazón volvió a latir.







-Hola...- dijo ella con una pequeña sonrisa, una que borró a los pocos segundos mirándote con ojos tristes-

-hola-- dijiste devolviéndole el saludo e incorporandote en la cama mientras refregabas tus ojos--¿como sabías que estaba acá?-- preguntaste y ella te miró--

-me lo dijo Ramiro-- respondió ella y asentiste. Ella suspiró y levantó la mirada, estaba triste-- fui a la dirección que estaba grabada en el llavero-- dijo desviando su mirada a sus manos-- yo...no se que decirte, creo que con un perdón no basta, pero me equivoqué soberanamente-- dijo ella sorbiendo su nariz. Vos suspiraste--

-me dolió muchísimo lo que me dijiste... Y ni siquiera tanto por lo que dijiste, sino porque lo pensaste-- dijiste y ella asintió--

-tendria que haberte preguntado, como me habías dicho...pero estaba cegada, por miedo, por bronca...fui con toda la ilusión del mundo a llevarte el almuerzo y cuando Helena me había dicho que te fuiste antes del medio día, fue como vivir un dejavu. No es justificación igual-- dijo ella, entrelazando los dedos de sus manos por encima de su panza, esa hermosa pancita que te volvía loco de amor y ternura--

-entiendo tu punto de vista...pero me hiciste sentir una mierda, ¿acaso no te demuestro el amor que siento por vos? ¿lo enamorado que estoy? ¿no es suficiente para vos?-- preguntaste casi en un susurro y ella te miró con lágrimas en los ojos--

- si mi amor...Y créeme que si, me lo demostras todo los días, es más que suficiente...pero-- dijo encogiéndose de hombros y soltando un suspiro-- estoy gorda...fea, capaz viste a otra mujer más linda que yo...no se -- dijo ella y sonreiste mínimamente, si supiera lo hermosa que estaba, y el embarazo no hacía más que embellecerla--

-No...no sabes. Hace cuatro años que te metiste bajo mi piel, y cuatro años después terminaste por enamorarme y robarme el corazón...¿que más necesitas saber para entenderlo? Y el embarazo hizo que te pusieras más hermosa-- dijiste y ella suspiró--

-perdon si te lastimé...pero estoy muy arrepentida-- dijo ella aún sin mirarte a los ojos-- la casa es hermosa,  no puedo creer que lo hayas hecho,  y el cuarto para Olivia -- dijo emocionandose-- es perfecto-- dijo ella y suspiraste-- ¿crees que podrías perdonarme?-- pregunto mirando hacia abajo. Mordiste tu labio inferior y una sonrisa sincera ocupó tu rostro--

-¿y si te digo que no?-- preguntaste y ella tomo aire--

-y me voy...capaz queres estar solo un rato --dijo ella intentando no llorar--

-no quiero estar sin vos un segundo más -- dijiste y ella levantó la cabeza rápidamente para mirarte con esos hermosos ojos verdes. No espero un segundo más y se tiró a tus brazos, la apretaste contra tu cuerpo y besaste su mejilla--

-perdoname...Nunca más vuelvo a dudar, te lo prometo, no quiero sentirme así nunca más, no quiero volver a sentir que no te merezco -- dijo escondiendo su cara en tu cuello--

-te amo tanto...ni siquiera se si yo te merezco. Pero fuiste lo más lindo que me paso en la vida...vos y esta princesita--dijiste acariciando su pancita como te fue posible. Ella te abrazo más fuerte-

-Gracias por quererme...Y gracias por perdonarme, aunque no lo merezca demasiado--dijo y besaste su frente--


La hiciste levantar la cabeza para que pudiera mirarte a los ojos. No esperaste un segundo más y te apoderaste de sus labios, te fundiste en un beso con ella, uno maravilloso por cierto.

Por supuesto que te encargaste de profundizarlo y también de hacer que cambiara su rumbo a un final muy feliz. Obviamente lo fue y luego de lo que te pareció una eternidad volviste a sentirla tuya, volviste a tenerla entre tus brazos sin ni una barrera que los separara... Quizás se equivocó pero estabas seguro de que su corazón sabía la verdad y sabías que pase lo que pase fuera duro o fuera leve la amarias de igual forma, o tal vez incluso más.

Ella había llegado de una forma inesperada, primeramente como una  casualidad, una que duró sólo un dia pero que sin duda volvió a ser la casualidad más linda del mundo unos cuatro años después.

El destino les había jugado una mala pasada, pero el mismo se encargó de arreglarlo, haciéndote caer a sus pies ante la primer mirada que Paula te dirigió mucho tiempo despues, en ese mismo momento y sin darte cuenta le habías entregado tu corazon por segunda vez, porque accediste a admitir que ya se lo había quedado mucho antes.

Sonreiste cuando la viste con sus ojos cerrados y respirando pausadamente sobre tu pecho...te esperaba una hermosa vida a su lado. Y no ibas a desperdiciar un segundo sin hacerla feliz...sin hacerlas felices. Porque ese era tu nuevo objetivo en la vida.


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miércoles, 30 de noviembre de 2016

Capítulo 97




<Paula>


Finalmente y cuando llegaste al departamento lo único que hiciste fue tirar el tuper con la comida que le habías llevado y encerrarte en tu habitación para tirarte en la cama y desahogarte. Hace tanto tiempo no llorabas de esa forma y es que tu corazón dolía como nunca había dolido por amor. Tu cabeza no paraba de imaginar todo tipo de historias, pero sin embargo tu corazón te pedía por favor que esperaras alguna explicación porque de seguro la había y vos no hacías más que volverte loca.



Pedro llegó a casa casi tres horas después de que habías vuelto, y tu corazón se apretó en cuanto lo escuchaste entrar. Ni siquiera tuviste el valor para enfrentarlo, pero si que reaccionaste cuando se acercó a la cama.



Sus ojos demostraban verdadera confusión pero nada se comparaba con lo que sentías en tu interior. Por supuesto que te encargaste de reprocharle su tardanza y el solo escucharlo te ponía peor.





-¡¿ni siquiera vas a preguntarme donde mierda estuve antes de sacar conclusiones por vos misma?!-- dijo el, gritando enojado y  cuando lo miraste a los ojos los mismos se le  llenaron de lagrimas. Tu corazón se apretó--

-No lo necesito... Creo que está historia se está repitiendo nuevamente-- dijista con toda la bronca y el dolor del mundo. Viste a Pedro secarse una lágrima que resbalaba por su mejilla Y luego lo viste sacar unas llaves de su bolsillo, el no te devolvió ninguna mirada y simplemente tiro el juego de llaves encima de la cama--

-no te imaginas cuánto me duele que pienses esas cosas de mi...y acepto que tuve antecedentes que no me favorecen, pero a vos te entregué mi vida. Quizás me merezco esta desconfianza de tu parte pero desde el fondo de mi alma te digo que te amo como nunca amé a nadie-- lo escuchaste decir, podías notar angustia en su voz y eso te hacía querer gritar y llorar al mismo tiempo. El no dijo nada más, y te dio la espalda para salir del cuarto, pocos segundos después, escuchaste el ruido de la puerta. El se había ido.





Nuevas lágrimas nublaron tu vista y el nudo que tenías en la garganta de repente se hizo enorme. Tu ojos se desviaron hacia las llaves que Pedro había tirado sobre la cama, las miraste por unos instantes y luego te moviste para agarrarlas. En el llavero había una pequeña inscripción, donde pudiste ver que se trataba de la dirección, la misma no quedaba muy lejos de allí, ¿Pero para que querías unas llaves?

Tardaste al menos una hora en tomar valor para levantarte de la cama e ir a descubrirlo por vos misma, antes revisaste tu celular para verificar que no hubiera ningún mensaje de Pedro y en efecto no había absolutamente nada.


Las ganas de llorar aumentaban cuando recordabas que no sabías a dónde podía haber ido, pero no querías hablar con el, estabas dolida, así como al parecer el también lo estaba, pero en este caso quien tenía la razón eras vos...¿verdad?.



Acariciaste tu vientre mientras bajabas en el ascensor intentando que tu bebé te diera las fuerzas necesarias para afrontar esta situación. Como lo habías supuesto, la dirección no quedaba tan lejos, por lo que caminaste las pocas cuadras que te separaban. Frunciste el ceño mientras caminabas buscando la altura de la calle que indicaba la inscripción, pero lo único que había allí eran casas y más casas. Te quedaste parada frente a una casa blanca, la misma tenía sobre la pared el número de la dirección. Tu corazón comenzó a latir con fuerza...te acercaste lentamente hacia la puerta y pusiste la llave en la cerradura. A los pocos segundos abriste la puerta y pusiste entrar, tus ojos se llenaron de lágrimas al ver una foto de ustedes dos colgada en una pared, tragaste con fuerza y comenzaste a caminar mirando a tu alrededor. Recorriste lentamente cada centímetro de la casa y llegaste a las escaleras subiste y te encontraste con un pequeño pasillo...tu corazón dejo de latir por completo cuando ingresaste en uno de los cuartos, uno pintado de rosa y que en una de las paredes figuraba el nombre de 'Olivia', tapaste tu boca con tus manos y rompiste en llanto.



La realidad se te había caído encima como un balde de agua fría... Rápidamente el recuerdo de la cara de Pedro mirándote con lágrimas en los ojos ocupó tus pensamientos...habías dudado de el, de su amor. Tus piernas perdieron firmeza y quedaste sentada en el piso alfombrado, abrazando tus rodillas y odiándote cada segundo un poco mas. La habías cagado a lo grande y vos eras la única culpable de todo.
 Tomaste tu celular y marcaste su número para llamarlo, pero había apagado su teléfono, era lógico. Ni siquiera te atreviste a escucharlo y ahora pretendías que atendiera tus llamadas. Lo habías juzgado cuando lo unico que había estado haciendo era darle forma a una casa, una casa en la que el los imaginó siendo una familia.
Volviste a romper en llanto y te levantaste para seguir inspeccionando todos los rincones, Pedro era increíble...pero más increíble era que lo hubieras lastimado de la manera en que lo hiciste, cuando te demostró hasta el cansancio que su amor por vos era verdadero y genuino.



Suspiraste y te obligaste a salir de la casa, pero no porque no quisieras quedarte allí, sino porque tenías que hacer algo para que ese hombre te perdonará.

Llamaste a tu mejor amiga y ella se encargo perfectamente de decirte cuánto estúpida habias sido al actuar de esa forma, si bien estaba perfecto que te lo dijera, más importante era para vos encontrarlo.

Llamaste a la oficina para preguntar si había vuelto allí pero la respuesta fue negativa, llamaste a uno de sus amigos, al cual habías conocido hace poco tiempo pero tampoco obtuviste respuestas de el, sin embargo el te prometió averiguar su paradero y mientras llegabas al departamento recibiste una respuesta de su amigo. El mismo te dijo que se había alojado en un hotel y que se encontraba a las afueras de la ciudad...suspiraste y te sentiste culpable. Vos habías provocado esto y vos tendrías que solucionarlo.


Si bien sabías cual era el hotel, no sabías exactamente su ubicación, por lo que llamaste a un taxiy y te dirigirte hasta allí, rezando en el camino para que al menos quisiera escucharte.



Una vez que llegaste al hotel, te dirigirte a la recepción donde tuviste que sobornar un poco al encargado para que pudiera ayudarte. Finalmente conseguiste lo que querías y estabas a punto de entrar a la habitación, abriste suavemente la puerta con una de las llaves de repuesto y entraste...todo se encontraba en absoluto silencio. Tu corazón se apretó al verlo durmiendo sobre la enorme cama con la ropa del trabajo puesta... Tus ojos se llenaron de lágrimas y te acercaste a el suavemente, acariciaste su cabello y besaste su mejilla, el se removió y finalmente abrió sus ojos.



-Hola-- fue lo único que  te animaste a decir--



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lunes, 28 de noviembre de 2016

Capítulo 96






<Pedro>




Tu vida había dado un giro inesperado, o quizás un poco esperado porque la causante de ese giro se había metido bajo tu piel unos cuatro años atrás. Sonreiste por ello, pero así era y estabas más que feliz y con una princesita en camino. A Olivia le quedaban poco más de tres meses para llegar al mundo y tu ansiedad estaba al tope.



Ahora mismo, tu cabeza estaba metida en el futuro, en tu familia y en las cosas tan lindas que iban a venir. Suspiraste y te desperezaste en tu sillón en la oficina...estos últimos días habías estado un poco inmerso en el trabajo y por el otro lado inmerso en lo que sería tu vida con tu familia.



Te estaba costando horrores mantener en secreto tu sorpresa, y es que estabas tan feliz llevándola a cabo que necesitabas contárselo a todo el mundo, y con el mundo te referías a Paula... Habías comprado una casa, no muy lejos del departamento y muy amplia, apta para la hermosa familia que estaban comenzando formar, antes de ayer te habías decidido a darle la noticia cuanto antes. Porque no podías esperar y porque querías que vea el trabajo personal que habías hecho en el cuarto de tu hija, no era nada de otro mundo pero vos te habías ocupado especialmente de pintarla. Aún faltaban  los muebles pero eso estaba previsto para llegar  entre hoy y mañana.

Cuando tuvieras tiempo.




En ese momento tu teléfono comenzó a sonar y sonreiste al ver que se trataba de Paula, cada día la extrañabas cada vez más, y es que tus días eran eternos, entre tu nuevo hogar y el trabajo todo se trastabillaba un poco. Hablaron por unos cuantos segundos pero tuviste que cortar porque recibiste una llamada que te informaba acerca de la llegada de los muebles.



Rápidamente apagaste todo y guardaste un poco de trabajo para llevar a tu casa despues. Así que saliste disparado rápidamente hacia tu nuevo hogar, cuando ibas llegando pudiste ver el enorme camión que transportaba los nuevos muebles que habías comprado para la habitación de tu hija.



La hora se te había pasado rápidamente, tanto que faltaba poco para la hora del almuerzo y aún quedaban muchísimos muebles por bajar y cosas por hacer. Suspiraste y tomaste tu celular, avisándole a Paula que no llegarías a comer, puesto que estabas tapado de trabajo y tendrías que que quedarte en la oficina.


Dejaste el celular a un lado y te dispusiste a seguir con las indicaciones. Todo iba quedando como querías y ojalá le gustará a Paula.


Cuando terminaron lo habían hecho alrededor de las cuatro de la tarde. No podías creer que hubieran tardado tanto pero eran muchas cosas las que tenían que hacer. Faltaban unos pocos detalles pero aún así la sorpresa estaba lista.

Con el placer de haber terminado volviste a tu casa. Con tu estómago rugiendo por el hambre y con muchísimo sueño pero nada se compraba con las ganas de ver a Paula que tenías. La habías extrañado durante todo el día. Una vez que llegaste te encontraste con el departamento en absoluto silencio, frunciste el ceño, este era el horario donde Paula aprovechaba para hacer cosas de mujeres...sonreiste debía de estar mirando televisión con el aire acondicionado, hacia mucho calor y no te equivocaste. Ella estaba allí pero no estaba mirando tele como venias imaginando, estaba llorando y hecha un ovillo en la cama, tu corazón latió acelerado y comenzaste a pensar en lo peor.





-mi amor....llegué. ¿Que esta pasando? ¿por qué lloras?-- dijiste acercándote a la cama y ella se movió rápidamente--

-no te me acerques -- advirtió ella señalandote con un dedo. Frunciste el ceño--

-¿Que pasa mi amor? -- preguntaste confundido y sentándote a su lado, estiraste tu mano para tomar la suya y la corrió rápidamente--

-¡no me toques!-- grito en medio de un sollozo, vos te apartaste asustado--

-¿que esta pasando Paula?-- preguntaste una vez mas, ella sonrió mientras se secaba una lágrima--

-¿estas cansado? ¿te cansaste de trabajar?-- pregunto y frunciste el ceño una vez mas--

-Pau...¿que decís?--preguntaste y ella volvió a reir--


-¿te cansaste de revolcarte con tu amante?-- pregunto furiosa y la miraste con miedo y sorpresa. ¿Que es lo que había acabado de decir?--

-¡¿que estas diciendo Paula?!  -- preguntaste elevando tu voz también. Pero porque no podías creer que estaba pensando en esa posibilidad-

-fui a tu oficina como una estúpida para llevarte el almuerzo...pero cuando llegué me dijeron que el señorito se había ido antes del mediodía-- dijo irónicamente. No podías explicar lo que estabas sintiendo en ese momento, y ni siquiera era porque había descubierto una pequeña mentira, sino por el hecho de que estuviera pensando en que la estabas engañando...cuando tenían una bebita en camino, cuando le habías dicho hasta el cansancio cuanto la amabas....pero al parecer no era suficiente. Paula volvió a hablar y ni siquiera te atreviste a levantar la mirada...no podías creer que esos ojos estuvieran dudando de vos, quizás tenías antecedentes que demostraran lo contrario pero con ella jamás-- yo muy preocupada porque pudieras tener hambre pero me encontré con la sorpresita de que el señor tenía almuerzos de trabajo quizás. ¡No se!-- dijo volviendo a llorar--

-¡¿ni siquiera vas a preguntarme donde mierda estuve antes de sacar conclusiones por vos misma?!-- dijiste y esta vez. Fueron tus ojos los que se llenaron de lagrimas--

-No lo necesito... Creo que está historia se está repitiendo nuevamente-- dijo ella con dolor. Pero mucho más dolor sentiste vos al escucharla. Secaste una lágrima que se te había escapado y sacaste unas llaves de tu bolsillo, donde en su llavero tenía la dirección de lo que sería su nuevo hogar. Ni siquiera lo dudaste y las tiraste encima de la cama--

-no te imaginas cuánto me duele que pienses esas cosas de mi...y acepto que tuve antecedentes que no me favorecen, pero a vos te entregué mi vida. Quizás me merezco esta desconfianza de tu parte pero desde el fondo de mi alma te digo que te amo como nunca amé a nadie-- dijiste y ya no pudiste decir nada más. Las lagrimas no te dejaban hacerlo y el nudo que tenías en la garganta te impedía hablar--





Ni siquiera levantaste la vista. Lo único que hiciste fue salir de la habitacion...ni en tus peores sueños hubieses imaginado que esto pasaría, o quizás habías sido muy tonto al no haber avisado a Helena, pero no creíste que ella pudiera ir hasta tu oficina. Igualmente eso no era nada a comparación con todo lo que escuchaste, podías esperar todo de todos, menos de ella...quizás tenía sus razones, pero estaba muy equivocada.

Su relación no iría a ningún lado si no había confianza...a veces el amor no era suficiente como dicen.



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domingo, 27 de noviembre de 2016

Capítulo 95





<Paula> 


Tu vida iba acomodandose poco a poco, estabas feliz, y si bien habían algunas cosas que faltaban para poder estar completa, agradecias lo que tenías y a los que tenías a tu lado.

Pedro era un hombre increíble, un hombre con el que ni en tus mejores sueños habrías imaginado estar, pero así era, estabas con el y a punto de formar una familia. Tocaste tu vientre y sonreiste, Olivia crecía día a día y cada vez que tenia oportunidad se hacía notar... Aunque últimamente lo hacía con su papá, suspiraste con ilusión, esa nena iba a ser la perdición de Pedro.


Hablando de el, lo extrañabas, esta última semana había estado cargadisimo de trabajo, tanto que cuando terminaba de almorzar con vos, ya no se quedaba a dormir la siesta si no que volvía a la empresa, tenias entendido que estos tiempos en su trabajo eran difíciles y más porque el era quien se hacía cargo y solo. Tomaste el teléfono para llamarlo y rogaste para que pudiera atenderte, tampoco querías molestarlo.





-¿Hola?-- escuchaste su voz del otro lado y tu corazón comenzó a latir--

-mi amor...Hola -- saludaste alegremente-

-ah... Hola Pau, ¿como estás? -- pregunto el--

-bien bien...te extrañamos mucho-- dijiste con una sonrisa--

-yo también las extraño...pero ahora estoy súper ocupado gorda-- dijo el y suspiraste, sabías que podía pasar y no lo culpabas--

-solo quería escucharte un ratito...así que te dejo. Te amo mucho --dijiste--

-yo también...un beso-- dijo y luego corto la llamada--




Dejaste el teléfono con un suspiro, tus hormonas estabas totalmente revolucionadas por lo que cada cosa por mínima que sea te ponía muy sensible, así como ahora, que estabas al tanto de la situación por la que Pedro estaba pasando y sin embargo odiabas el hecho de no tener demasiado tiempo con el.



Sacudiste tu cabeza  intentando alejar esos pensamientos y empezaste a buscar cosas para preparar el almuerzo, pero resultó ser que no tenías absolutamente nada, por lo que tendrías que ir al supermercado. No tardaste mucho en cambiarte para ir.



Buscaste todo lo necesario para hacer la comida preferida de Pedro. Sonreiste, según el, cada día le gustaba más tu labor en la cocina y vos eras muy feliz con eso. Volviste  a casa y te pusiste manos a la obra en la cocina.


Estabas tan inmersa en tu trabajo que no siquiera te habías dado cuenta de que se te había pasado la hora y de que Pedro estaría por llegar en cualquier momento, intentaste apurar la comida lo más que te fue posible y luego de un rato todo estuvo listo.


Pusiste la mesa y te dispusiste a esperarlo, pero el no llegaba. Tomaste tu celular e ignoraste todas las conversaciones de WhatsApp para llamarlo, pero la llamada iba directamente al buzón de voz. Suspiraste, de seguro estaría atascado con el trabajo. Miraste la hora nuevamente y te diste cuenta que había pasado al menos una hora y media. Quizás estaba demasiado ocupado. Suspiraste y comiste rápidamente para luego poner un poco del almuerzo que habías hecho en un tupper.


Habías tenido la idea de llevarle el almuerzo con el fin de poder verlo un ratio y extrañarlo un poquito menos. Sonreiste mientras esperabas un taxi, puesto que se te complicaba un poco manejar con la panza.


Una vez que llegaste a la empresa, el guardia te saludo con una sonrisa para luego dejarte entrar. Subiste al piso correspondiente  y bajaste del ascensor para encontrarte con la recepcionista de esa planta.






-Hola Pau-- saludo ella, se llamaba Helena.

-Hola Hele...Vine a traerle el almuerzo a Pedro-- dijiste alegremente y ella frunció el ceño--

- pero Pedro se fue hace rato Pauli...antes del medio dia-- dijo ella mientras firmaba unos cuantos papeles. Tu corazón se hundió, ¿como que se había ido?--

-entonces fui yo la que no vio el teléfono y capaz me avisó-- dijiste intentando disimular tu angustia. Lo habías llamado cerca de las 11 am y te dijo que estaba tapado de trabajo-- bueno Hele...mil gracias, y te dejo trabajar-- dijiste para luego saludarla. Ni bien le diste la espalda tus ojos se humedecieron...Y es que no entendías nada--




Te miraste al espejo y notaste que las lágrimas comenzaron a salir de tus ojos. Sacaste el celular de tu bolso y lo revisaste, tenías un mensaje de Pedro, desde hace más o menos una hora.


"mi amor...no voy a llegar a almorzar. Me quedo en la oficina, te amo, las amo❤"



Tu pecho se apretó y sentías que te faltaba el aire. Tus manos comenzaron a temblar, las lágrimas comenzaron a salir sin pausa y para ese momento ya no podías ver nada.

Cuando llegaste a planta baja casi que corriste a la vereda para poder llamar a un taxi, por suerte uno paro rápidamente.

Volviste al departamento en medio de lágrimas. Y no fue hasta que pusiste un pie dentro que terminaste por desmoronarte.


Pedro estaba mintiendote...no podías creerlo, tu corazón se había hecho trizas al mismo tiempo que tu cabeza comenzó a imaginar miles de historias...Lo mismo pasaba con vos, cuando le hacía creer a Lucía lo de sus almuerzos de trabajo,  secaste tus lágrimas con bronca y soltaste un risa ironica, ¿por que iba a ser distinto con vos? ¿por que siquiera pensaste en esa estúpida posibilidad de tener un "felices por siempre"?... Eras una idiota. Una completa idiota.


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