<Paula>
El tiempo
pasaba pero en cambio, para vos, ocurría todo lo contrario, pareciera como que
si esos días en Cuba hubieran sido ayer.
Bueno, más
o menos, porque ahora eras una mujer comprometida. Te habías metido en un gran
lio, uno del que no podías salir fácilmente, uno del que no ibas a salir ilesa.
Muy bien
sabias que habías tomado la decisión equivocada, pero, ¿Qué más podías hacer?,
Mauricio estaba feliz, creyendo que lo querías y que querías pasar tu vida
junto a el, pero, ¿desde cuándo eso no era cierto?, suspiraste una vez más.
Para colmo, no te salía ningún trabajo, cuando más necesitabas despejarte, el
mundo conspiraba en tu contra.
Ahora mismo
estabas preparando el almuerzo, Mauricio llegaría en cualquier momento y
querias tener todo listo, en realidad ni siquiera sabias porque, pero
necesitabas alguna via de escape. Tu cabeza estaba en que todavía no se lo
habias contado a tus padres, y tu novio quria hacerlo cuanto antes, te habia
dicho que programaras una cena con ellos, que se encargaría de pedir tu mano
frente a tu padre, pero, no querias…no estabas segura de querer casarte, y
menos con el. ¿Por qué tenias tantas dudas?. En ese momento escuchaste la
puerta abrirse, tu novio habia llegado.
-Hola mi
amor—dijo mientras se acercaba, depositando un beso sobre tu hombro—
-hola
gordo—dijiste intentando sonreir—
-¿todo
bien?—pergunto el mientras dejaba su bolso sobre una silla—
-si,
terminando de preparar el almuerzo—respondiste—
-que
bien—dijo haciendo una pausa y poniéndose a tu lado mientras recargaba su
cuerpo contra la mesada—¿pudiste hablar con tus viejos?—pregunto el-
-No…todavía
siguen de viaje, no tengo idea de cuando vuelven—dijiste mirando fijamente la
comida—
-uh, que
lastima…te juro que no veo la hora de pedirle tu mano a tu papa—dijo el, y
levantaste la vista para verlo sonreir ampliamente—
-ya van a
volver—dijiste, sintiendo como se te oprimía el pecho—
Mauricio se
fue a dar una ducha rápida, mientras vos te encargabas de terminar con todo y
poner la mesa. Estabas sirviendo la comida cuando el volvió nuevamente y se
sento en la mesa.
-estas
hermosa—dijo el y lo miraste para luego sonreírle—
-gracias—dijiste
y te sentaste frente a el—
-¿sabes?,
me recomendaron una wendding planner para la fiesta—dijo el y tu respiración se
corto, ¿eso no era trabajo de la mujer acaso?—
-¿si?—dijiste
queriendo parecer interesada, no sabias si te salio o no, pero la idea de que
el hubiera empezado a buscar a alguien para la fiesta, hacia todo mas real…y te
agobiaba saberlo—
-si…me
dijeron que es muy buena, no es de aca, pero viaja casi siempre…Marcos y su
mujer la contrataron para su casamiento y estuvieron muy satisfechos con los
resultados, asi que les pedi su número y hoy la llame temprano—dijo el, y lo
miraste, ¿Por qué no te habia consultado nada? ¿acaso vos no eras
participe?...igual, tampoco era que querias participar mucho-
-que bueno
gordo, ¿y que te dijo?—preguntaste mientras le dabas vueltas a la comida con el
tenedor,
el apetito habia desaparecido de repente, ya no tenias hambre, tu
estomago se habia cerrado—
-que se
está instalando aca, por lo que nos va a favorecer…dijo que posiblemente la
semana que viene va a estar instalada y vamos a poder concretar una cita—dijo
el, entusiasmado y vos le sonreíste…¿serias capaz de decirle que no?, se veía
tan feliz, que no querias ser la culpable de arruinar todo con tu engaño.
-buenisimo—dijiste
intentando sonar por lo menos un poco alegre—
-si…te voy
a dar la mejor fiesta de tu vida, quiero que tengas todo lo que siempre
soñaste—dijo el y tomo tu mano para dejar un beso en ella—
-gracias
gordo—dijiste y el te sonrio—
Mauricio
termino de almorzar, y luego se fue a dormir una siesta, pronto tenia que
levantarse para ir a entrenar nuevamente, y vos, necesitabas un respiro,
necesitabas estar sola y pensar…pensar e imaginar en lo miserable que seria tu
vida a partir de ahora.
Tu celular
comenzo a sonar, tu corazon dio un vuelco imaginando que seria Pedro, pero…no
era el, sino tu hermano, respiraste unas tres veces antes de atender la
llamada.
-Gon—dijiste—
-hermanita…que
felicidad tenes che—dijo el y reíste—
-estupido—dijiste
mientras te dirigías al sillon para sentarte—
-¿Cómo
estas loquita?—pregunto el—
-bien…o eso
creo—dijiste—
-epa, ¿de
que me perdi? ¿Qué te anda pasando?—pregunto el, y miraste tu anillo de
compromiso, suspiraste—
-la vida me
pasa—dijiste mientras mirabas el anillo que estaba junto al de compromiso, el
de Pedro…si, eras una masoquista de mierda. Lo escuchaste reírse y sonreíste—
-¿queres
contarme?...¿necesitas que nos veamos?—pregunto el, necesitabas un oído, un
abrazo…
necesitabas que alguien te aconsejara, y aunque tu hermano no era el
mejor para los consejos, lo necesitabas. Por mas problemas que tuvieras, el
siempre habia sido el único que te ayudaba a solucionarlos…para el, si estaban juntos,
todo era posible—
-por
favor…estaba esperando a que me lo dijeras—dijiste—
-¿y porque
no me llamaste antes bobita?—pregunto el y te encogiste de hombros, como si el
lo pudiera ver, te sentiste tonta y sonreíste—
-porque…porque
tengo la cabeza en otro lado—dijiste, era la verdad en parte—
-uh…estas
mas loca de lo que imaginaba—dijo el y reíste—¿el policía se va a entrenar
hoy?—pregunto el, y sonreíste, el le decía asi, Mauricio y Gonzalo no eran
grandes amigos, pero intentaba aceptarlo por vos, aunque no lo intentara con
mucho esmero—
-si…a las
tres tiene que irse, asi que venite despues, de verdad que necesito largar
todo—dijiste y suspiraste—
-ahí voy a
estar loquita, no te preocupes…si estamos juntos, todo es posible—dijo el,
arrancándote una sonrisa, la primer sonrisa sincera despues de días—
-te quiero
tanto—dijiste y sentiste que tus ojos se humedecieron—
-hey hey…yo
tambien, muchísimo, pero espera a que este ahí para abrazarte, no me llores por
teléfono—dijo el y sonreíste otra vez—
-te espero
gordo—dijiste—
-esperame—dijo
el y cortaste la llamada—
Tenias que
prepararte psicológicamente para decirle la verdad…y esa verdad, incluia a
Pedro.
Tu hermano
llego un rato despues, y se puso comodo, dispuesto a escucharte, vos te
sentaste a su lado y lo miraste, ¿Cómo empezarías?
-¿y? ¿Qué te
tiene alterada?—pregunto con una sonrisa, vos no se la devolviste, simplemente
suspiraste—
-no quiero
que me juzgues, porque suficiente tengo conmigo misma…pero, necesito sacarlo y
ahora
siento que es peor—dijiste tirando tu cabeza hacia atrás—
-hey
loquita…todo tiene solución—dijo el, tomando tu mano y dejando un beso en ella—
-engañe a
Mauricio—soltaste casi en un susurro, pero estabas segura de que el lo escucho—
-¿Qué?—dijo
el, sorprendido—
-lo que
escuchas…lo engañe—dijiste y suspiraste—
-pero,
pero, pero—dijo repitiendo lo mismo—¿con quien Paula?—pregunto el—
-en mi
viaje de trabajo a Cuba—dijiste—
-te
pregunte con quien, no donde Paula—dijo el y lo miraste—
-no lo
conoces…lo conoci la primera vez que viaje con Maia, despues no volvi a verlo,
y cuando viaje a Cuba nos volvimos a ver—dijiste y el te miraba, vos suspiraste—y
lo engañe—dijiste—
-pero, ¿Por
qué Paula?—pregunto el, y la realidad era que ni vos lo sabias—
-ni
siquiera yo tengo una respuesta a esa pregunta…me deje llevar, pero me hizo
pasar unos días increíbles. No se como explicarlo, lo hice porque quise, porque…porque
me gustaba, no hay una respuesta lógica. Solo que me siento pésimo, porque no
puedo dejar de pensar en ese tipo, y porque ahora Mauricio me pidió casamiento…y
estoy al borde del colapso porque me esta matando la culpa y no pude decirle
que no…no cundo fue tan bueno conmigo, no merecia que le hiciera esto Gonzalo—dijiste,
y con esto ultimo, tu voz se quebró un poco, el te abrazo como cuando era una
niña-
-hey…tranquila,
te entiendo, no te voy a juzgar—dijo el, besando tu frente—no te voy a decir
que estuvo bien, pero quizás en ese momento lo sentiste asi, pero…¿Por qué aceptaste
lo de Mauricio?—pregunto con suavidad—
-ya te dije…porque
la culpa me esta matando—dijiste—
-pero Pau…¿no
es mejor ir de frente?—pregunto el—
-¿y decirle
que lo engañe cuando estuvo conmigo siempre que necesite?...no Gon, no puedo
hacerle eso. Tenia que olvidarme de lo que paso en cuanto volvi, pero no pude….no
se que me pasa, no se que pensar, no se como sentirme. ¡no puedo sacarme a ese
hombre de la cabeza!—dijiste y el te abrazo—
-ya vamos a
encontrar una solución…tranquila, todo va a estar bien—dijo abrazandote—
Intentaste
calmarte, aunque no funcionara rápidamente… Gonzalo intento hacerte sentir
mejor, y lo logro, pero solo por un rato, porque cuando se fue, todo volvió a
desmoronarse…no sabias que hacer.
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Hola
hola!!!!! presente aqui cumpliendo con ustedes, espero que les vaya gustando la
historia y por supuesto que comenten♥
Ya saben, (MAS de 10 comentarios
CON NOMBRE DE TWITTER y mañana me tienen de nuevo)
Qué bueno que Pau se pudo descargar con el hermano. @SilvinaAraceliR
ResponderEliminarme encanto, excelente
ResponderEliminar@pedropaulaoli4
Me encanta cuando sufren un poco, todo color de rosa aburre un poco.Genia!
ResponderEliminarPobrepau
ResponderEliminarMepa que la wendding planer es la esposa de Pedro!! Ya quiero leer el próximo!!!
ResponderEliminarEl comentario de arriba me dejo :O me muero
ResponderEliminarMe mue si es la mujer de pedro
ResponderEliminarQ amor gonza!!!
ResponderEliminarBastaaaa q lo deje al boludo de mauricio!!!
ResponderEliminarQue se solucione todo pronto
ResponderEliminarSubiste dos veces el mismo capítulo o tan mal estoy?
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