Capitulo 25

Una vez que llegaron al restaurante, Mauricio se encargó de buscar una mesa donde pudieran sentarte a almorzar. El sonreía en todo momento, y te preguntabas porque… en otro momento, serias vos quien no podía dejar de hablar, pero al parecer, solo necesitabas silencio.

-¿Qué te gustaría almorzar mi amor?—y lo miraste fijamente, ¿iba a decir todo lo que decía el? ¿Qué le pasaba?, tu mente viajo a ese dia, donde reías ante las preguntas de el, suando buscaba simplemente ser un caballero con vos—¿amor?—dijo de nuevo llamando tu atención—

-ay, perdón—dijiste y el rio—

-¿Qué te pasa loquita?, estas ida…y no es solo hoy, hace unos días que estas asi, distraída, ¿Qué anda pasando por esa cabecita?—pregunto el, tierno—

-nada…no se qué me pasa, estoy pensando en mil cosas al mismo tiempo—dijiste vos y el asintió—

-¿tenes problemas en el trabajo o que?—pregunto preocupado, y negaste con la cabeza, esta vez, tu trabajo no tenia nada que ver, o un poco si, porque esto que habia pasado y que no te dejaba hacer tu vida normal, se debía a tu trabajo—

-no, nada que ver—dijiste—

-¿y entonces?, me parece que ese viaje no te trajo descansada para nada, al contrario, te trajo mas tensa que antes—dijo el, divertido…si supiera la verdad, y la tensión se debía a su presencia, a que en cualquier momento podías dar un paso en falso y terminar por largar toda la verdad—

-tuve una pelea con Maia cuando llegue…y es como que todavía no lo podemos solucionar, y todo el tiempo estoy pensando en como solucionar las cosas—dijiste intentando parecer seria, aunque habias metido cualquier verdura—

-pero si venia todos los días—dijo el, confundido—

-adelante tuyo no va a ponerse a pelear—dijiste, aunque sabias Maia no tenia ningún tipo de problema en  decirte las cosas frente a cualquiera—

-ah…se rescata con gente—dijo riendo y vos tambien lo hiciste—

-un poco—dijiste encogiéndote de hombros, y en ese momento, llego el mozo a interrumpirlos, para que pudieran hacer su pedido—

Te tomaste tu tiempo eligiendo la comida, Mauricio te miraba con atención, y es que no era más que una excusa para intentar pensar en que ibas a hacer a continuación, tenías que parecer lo más normal posible, tenías que convencerlo de que todo estaba bien. Finalmente, terminaste por elegir al azar uno de los platos del menú, ni siquiera te fijaste que era, simplemente lo pediste.

Cuando la comida llego, ambos comenzaron a comer, entre charlas sobre sus entrenamientos y la temporada que iba a empezar. Lo escuchaste intentando ponerle toda la atención que merecía, pero tu 

mente divagaba.

-gorda…quiero decirte algo—dijo el, y todos tus sentidos se pusieron alerta, lo miraste con atención y le sonreíste—

-¿Qué paso?—preguntaste mientras cortabas un trozo de carne con el cuchillo. Lo notabas un poco nervioso, y podias ver sus manos torpes cuando agarraba los cubiertos, todo se le caia y no sabías por qué—hey, tranquilo—dijiste y lo viste mirar a su alrededor, vos imitaste su acción, tal vez habia alguien que lo ponía incomodo, pero el restaurante estaba casi vacio, solo algunas personas, que ni siquiera estaban cerca de ustedes—¿Qué pasa gordo?—preguntaste frunciendo el ceño—

-te quiero decir unas cuantas cosas—dijo el, respirando profundamente. Tu corazon comenzo a latir, ¿habia descubierto algo?—desde que volviste de viaje estoy planteándome algunas cosas—dijo y lo miraste—hace tiempo que estamos juntos, dimos el paso mas importante, y descubri que me encanta estar con vos, y pasar mis días con vos—dijo el, y le sonreíste mínimamente—me di cuenta de que te aprendí a querer como sos, y que vos hiciste lo mismo conmigo, me aceptaste tal como soy y con mis miles de defectos—dijo ely respiro profundamente—tome una decisión y asi como ambos aceptamos dar el paso de vivir juntos, me encantaría que podamos dar mil pasos mas, pero juntos, quiero pasar el resto de mis días con vos…ser feliz con vos—dijo el, y lo viste levantarse para luego ponerse de rodillas frente a vos, tus ojos casi se salieron de lugar y tu corazon latia acelerado, de todas las cosas que Mauricio podia llegar a decir, esto era lo ultimo—Pau, ¿queres casarte conmigo?—dijo mostrándote la cajita del anillo, uno muy hermoso por cierto, tapaste tu boca con tus manos, sorprendida—¿Pau?—dijo el, mirándote con una sonrisa y muy nervioso—

Te habia sorprendido por sobre manera, no podias creer lo que habias escuchado, y ahora mismo, ¿Qué se suponía que tenias que responder?, claramente Mauricio no merecia esto, y menos, cuando le habias sido infiel un mes atrás, y menos que menos, cuando ese hombre te habia vuelto a contactar.

-Gordo…no lo esperaba, si que me sorprendiste—dijiste con una sonrisa. ¿Qué tenias que decir? ¿Qué si? ¿o que no?, si decias que no…estaría claro que algo paso en el viaje, y no justamente por causa de Maia—

-eso buscaba hermosa…sorprenderte—dijo el, aun de rodillas frente a vos—repito la pregunta—dijo el, y pensaste en que no querias escucharlo otra vez, no cuando en tu cabeza dia y noche la ocupaba a otro hombre, uno que no era el que dormia a tu lado, pero que era el dueño de tus sueños mas lindos—

-no…ya escuche…si…si me voy a casar con vos—dijiste, en un ademan de intentar callarlo—

Mauricio saco el anillo de la cajita y lo puso en tu dedo, tu corazon latia con fuerza, pero no por emoción, ni por nada que tendría que tener lugar….no sentías absolutamente nada, solo vergüenza, vergüenza por estarle mintiendo en la cara y no poder ser capaz de decirle la verdad.

El se puso de pie, y tomo tu rostro para darte un beso….vos le sonreíste y miraste tu mano, estabas comprometida. Estabas prometiendo pasar tu vida junto a un hombre al cual habías engañado y que ese engaño, estaba entre tus recuerdos mas bonitos, mas lindos…mas dulces….recuerdos 

inolvidables.

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Hola hola!!!!! presente aqui, cumpliendo con ustedes. Espero que les guste la novela y que comenten.

                        

ya saben (MAS de 12 comentarios con nombre de twitter y mañana me tienen nuevamente)