Capítulo 84

<Paula>

La semana había pasado volando, y así como lo hizo la semana, también lo hicieron las noticias. Ayer, cuando volviste a casa luego de ver a Pedro, que fue poco después de 22:00 de la noche, te encontraste con un Mauricio muy feliz, radiante y rebosante de alegría, por un momento te asustó el motivo, pero luego pensaste que quizás le había ido bien en su entrenamiento...sin embargo, estabas un poco lejos de el verdadero motivo.





-llegas justo mi amor..pedí comida -- dijo el mientras te señalaba la mesa puesta. Vos le sonreiste y te acercaste a el--

-que rico....pero ya comí con Maia-- dijiste encogiendote de hombros, el solamente sonrió--

-no importa. Veni...sentate conmigo que traigo buenas noticias --dijo el, y se acercó para tomar tu mano y hacer que te sentaras. El te miro y volvió a sonreír--

-¿que paso?-- preguntaste, intrigada por lo que podía llegar a decir--

-me llamaron de un club de España, en todos estos entrenamientos fueron a evaluarnos y al parecer me eligieron a mi --dijo el, muy feliz, vos intentaste parecer feliz por el, pero no lo habías logrado--

-¡¡¡que bueno Mauri!!!¡¡Te felicito!!!-- dijiste, y eso si que era real, sabías cuanto lo apasionaba el fútbol y era genial que pudiera progresar de esa formar--




Vos te sentaste frente a él, mientras el cenaba y te contaba todos los detalles de cómo fue que le llegó la noticia, lo escuchaste atentamente hasta que comenzó a planificar como serían sus vidas en España y que era necesario adelantar el casamiento, fue ahí cuando empezaste a sentir calor, querías hablar, querías decirle que no te querías casar...pero sería demasiado egoísta de tu parte arruinar su felicidad de esa manera. Mientras intentabas seguir el hilo de la conversación, tuviste unas terribles ganas de ir al baño, por l oque tuviste que salir corriendo en dirección al mismo, ni bien pusiste un pie dentro, caíste de rodillas frente al inodoro...Mauricio se puso detrás tuyo y agarro tu pelo para que no se manchara.




-¿estas bien gorda?-- pregunto el, preocupado. Vos te levantaste y te enjuagaste la boca rapidamente--

-me habrá caído mal la comida --dijiste y el beso tu frente-- me voy a bañar y acostar Mauri--dijiste y el asintió--

-termino de cenar y vengo con vos--dijo el--



Tu estómago se revolvió de nuevo y tuviste que arrodillarte frente al inodoro otra vez. Tu piel se puso de gallina y tu corazón se detuvo...esta no era la primera vez que pasaba, sin embargo...tenías miedo de esa posibilidad. No podía ser verdad.

Una vez que estuviste en la cama tu cabeza comenzó a maquinar arduamente. Intentabas hacer cálculos pero no te daban las fechas, de seguro era por los nervios que venias cargando, las mentiras, la presión de tener que decir la verdad....todo.

Cerraste los ojos e intentaste dormir, y lograste finalmente después de una hora de intentos.


*****

La mañana siguiente y para tu buena suerte resultó normal y tranquila, los malestares de la noche anterior habían desaparecido por completo y eso te levantó un poco el ánimo, quizás solo estabas paranoica y todo eso te llevo a generar confusión.

Recibiste los infaltables mensajes de Pedro para desearte buenos días,  era lindo leer su nombre en las mañanas, intercambiaron unos cuantos mensajes y le promeriste que lo llamarías cuando estuviera libre.

Mientras esperabas su aviso de que estaba libre, te pusiste a ordenar un poco tu ropa y demás, en eso, tu celular sonó, casi que reiste por la impaciencia de tu hombre. Tu sonrisa se borró cuando viste que se trataba de Mauricio y lo desapareció todo rastro de buen humor cuando te informo de la cita con la wedding planner. Suspiraste porque no te quedaba otra opción, y te pusiste triste porque no podrías almorzar con Pedro.

El te aviso que estaba en un break a los pocos segundos de haber cortado con Mauricio, así que tuviste que decirle que no podrían verse hasta nuevo aviso, se mostró un poco triste, pero veías el empeño que ponía al cumplir con su promesa de no presionarte por más de que no le gustaran algunas cosas.


La mañana paso rápidamente y estabas esperando a que Mauricio pasará a buscarte para poder ir a almorzar con Lucía, el solo pensar en ella te ponía de mal humor, porque sabías que era la dueña legal del hombre que ocupaba tus pensamientos y que se había hecho dueño de tu corazón.


Ella llegó rápidamente pero no lo hizo sola, sino que con Pedro, al principio te enojaste porque no querías hablar de estas cosas frente a él, pero por un lado podías verlo de cerca un rato.


El problema comenzó cuando el almuerzo llegó para ustedes y tu estómago comenzó a revolverse, intentaste respirar pausadamente y relajarte, pero no te fue posible porque en uno de esos intentos tuviste que salir disparada hacia el baño y vomitar otra vez.

Que era lo que estaba pasándote?! Te miraste al espejo esperando a encontrar una respuesta en tu reflejo, las dudas iban siendo cada vez menos y tu corazón se detuvo, no podía estar pasando! Creías llevar bien la cuenta, y hasta hace poco más de una semana se había ido tu periodo, pero. ¡¿Entonces?!

Intentaste recuperarte y cuando estuviste segura, saliste del baño, y esta vez, dispuesta a irte. Tus ojos se encontraron con los de Pedro pero no pudiste sostenerle la mirada, necesitabas salir de alli.

Mauricio acepto y pronto estuvieron arriba del auto de vuelta a casa, el también pensaba en esa posibilidad  y logró persuadirte para comprar una prueba de embarazo, te negaste infinitas veces, pero quizás para los de afuera resultaba obvio algo que vos no querías aceptar.

Llegaron a casa y tuviste que entrar al baño, le dijiste incontables veces a Mauricio que todo estaba bien, pero el solo quería estar seguro.

Tuviste que hacerlo y el resultado te aterraba....que sucedería si...tu estómago volvía a revolverse de solo pensarlo. Tu mundo se dio vuelta al revés cuando viste las dos rayitas en el dichoso palito, tus ojos se llenaron de lágrimas y en ese momento te llegó un mensaje de el.



"Mi amor decime que estás bien...por favor, me asustaste. Existe la posibilidad de que lo que dijo Lucía sea verdad?" -- pregunto el y cerraste tus ojos. Esto era lo que menos necesitabas en este momento.




Rápidamente te secaste las lágrimas y escondiste el evatest al escuchar el ruido de la puerta. Ni siquiera supiste como, pero se te ocurrio sacar el delineador y marcar el palito con una sola raya, era una locura pero no podías decirle la verdad, y menos a el.

Guardaste el delineador y abriste la puerta. El te esperaba con un sonrisa.


-¿y?-- pregunto el, rascando su brazo--

-no... negativo-- dijiste y el soltó un suspiro para luego sonreirte y abrazarte--

-ya va a llegar el momento-- dijo dejando un beso en tu cabeza--



Vos cerraste tus ojos y sentiste vergüenza, odiabas mentir pero lo estabas haciendo hace tiempo...este circo debía terminar cuanto antes.

Ahora no solo tenías que pensar en vos, sino en tu hijo y en su papá.

................................................

Hola hola!!!!!! presente aqui como lo habia prometido. Espero que les vaya gustando la historia, por favor, COMENTEN....

COMENTEN COMENTEN Y MAÑANA ME TIENEN (MAS de 12 comentarios)