martes, 6 de septiembre de 2016

Capitulo 48



<Pedro>





 Ella seguía sentada en tu regazo, besándote y recibiendo tus caricias. Ella acariciaba tus mejillas en medio de los besos, su boca era tan suave…tan adictiva.  Paula se separó un poquito y junto sus frentes, su respiración era agitada al igual que la tuya, sonrió y vos le devolviste la sonrisa, para luego ir acostándola sobre el sillón y ponerte encima de su cuerpo y besarla nuevamente. Tus manos bajaron hacia el borde de su pollera y de a poquito comenzaste a subirla hacia arriba, acariciando sus piernas en el camino.




El sillón te pareció de repente muy pequeño para todo lo que querías hacerle, tus besos bajaron a su cuello e hiciste un esfuerzo para quitarte el saco, ella sonrió entre besos y sus manos comenzaron a desprender los botones de tu camisa, acariciando tu pecho en el camino.









-Vamos a la cama—dijiste en su oído, vos la miraste y ella asintió—prendete—dijiste y ella sonrio para luego enredar sus piernas kilométricas alrededor de tu cintura—¿lista?—preguntaste—

-si—dijo ella, besando tu mejilla. Vos te levantaste con ella en tus brazos y caminaste hasta la cama, para dejarla sentada frente a vos. Ella mordió su labio inferior y vos terminaste por sacar tu camisa. 
Te miro y mordio su labio inferior, vos sonreíste y te acercaste para arrodillarte entre sus piernas y besar su cuello nuevamente. Con tus manos comenzaste a desprender la camisa de su uniforme, ella comenzó a suspirar—Pepe—dijo ella en un suspiro ronco—

-¿Qué pasa hermosa?—preguntaste cerca de su oído—

-apurate por favor—dijo ella y vos sonreíste—

-pero…no hay apuro—dijiste divertido—

-yo si tengo apuro…dale—dijo ella bufando. Vos reiste para seguir besando su cuello y desprendiste su corpiño para luego quitarle sus sandalias y acostarla en la cama, volviste a posicionarte encima de su cuerpo y te adueñaste de su boca. Ella acariciaba tu espalda de arriba abajo, el calor de su piel estaba quemándote por dentro.







Ambos terminaron por quitarse la ropa que les quedaba, y volviste a hacerla tuya una vez mas. Una montaña rusa de sensaciones se hacía presentes cuando estabas con ella, no había otra cosa que no fuera ella, sus besos y sus caricias.

Un tiempo después, ambos intentaban recuperar el aliento, ella estaba sobre tu pecho, mientras vos disfrutabas de las suaves caricias en tu pecho, el silencio reinaba, pero era uno cómodo dentro de todo aunque también te gustaría saber que era lo que pensaba.









-Veni mas aca—le dijiste, apretándola mas contra vos—¿estas bien?—preguntaste acariciando su cintura—

-muy—dijo ella, vos besaste su sien. En ese momento el celular de ella comenzo a sonar, la dejaste levantarse para ir a buscarlo, rápidamente agarro tu camisa del suelo y se la puso, vos sonreíste al verla usar tu ropa. Finalmente contesto el teléfono—¿hola?—pregunto—ah…hola Mauri—dijiste y automáticamente te tensaste,  eras consciente de que ella tenia una vida, pero ahora estaba con vos, ambos habían formado una burbuja quedándose dentro, pero esa llamada la habia roto en segundos. Volviste tu vista hacia ella, quien caminaba de un lado a otro mientras hablaba—si, todavía estoy con Vale, no…no se a que hora vuelvo, capaz me quedo un ratito mas—dijo ella—¿con tus papas? ¿hoy?—dijo ella suspirando—no se Mauri, no tengo ganas de ir, estoy cansada—dijo ella, y aunque no podias entender del todo ya te habia puesto de mal humor—esta bien, hablamos despues…un beso—dijo, cortando la llamada y dejando su celular encima de la mesa. Camino nuevamente hacia la cama y se acostó a tu lado otra vez---

-¿tenes que irte?—preguntaste, quizás con un tono molesto, pero…no pudiste evitarlo—

-en un ratito—dijo ella y tu corazón se apretó. No querías que se fuera…vos tampoco querias irte pero en algún momento tendrías que hacerlo, el almuerzo se habia extendido un poco bastante. Tu celular comenzo a sonar y Paula estaba cerca de el, por lo que se estiro para alcanzártelo, por supuesto que vio de quien se trataba la llamada, y automáticamente se sento en la cama para comenzar a cambiarse—

-¿hola?—dijiste mientras veias como Paula se vestia—

-gordo…¿te falta mucho?, quiero que me acompañes a ver a una amiga—dijo ella—

-¿ahora?, y no, creo que no falta mucho—dijiste viendo a Paula quitarse tu camisa y reemplazándola por la tuya—

-si…vamos a ir a puerto madero capaz, asi que apurate, asi te bañas y nos vamos—dijo ella—

-okey, en un ratito voy…un beso—dijiste y apurándote a cortar la llamada para ponerte el bóxer y caminar hasta ella—¿ya te vas?—preguntaste, mientras agarraba sus zapatos y se los ponía—

-si, vos tambien tenes que irte—dijo ella, encogiéndose de hombros—

-parece que estas apurada—dijiste, y ella suspiro—

-Mi novio me esta esperando—dijo ella y simplemente asentiste para comenzar a vestirte—





Era de lo mas normal que el novio de Paula la llamara para preguntarle cuando volvia, pero no dejaba de molestarte el hecho de que tuviera que hacerlo luego de que habia sido tuya por un rato.








-me voy Pepe—dijo ella cerca de la puerta. No querias estar enojado, y ni siquiera sabias que te pasaba pero tenias ese odioso sentimiento que no podias identificar. La miraste y asentiste—nos vemos—dijo ella abriendo la puerta y tu corazon latio en tu interior—

-¡espera!...para Pau—dijiste, antes de que saliera, ella se dio la vuelta—

-¿Qué pasa?—pregunto ella, y vos te acercaste—

-perdon…ni siquiera me despedi—dijiste apenado—

-ya me estaba enojando—dijo ella y vos sonreíste—

-es que no quiero que te vayas—dijiste y ella suspiro—

-tampoco quiero irme….pero tengo que hacerlo y vos tambien, el almuerzo con mi amiga se extendió un poco, ¿no te parece?—dijo ella y miraste la hora en el teléfono, iban a ser las 17:30, ella tenia razon, asentiste—

-si…pero igual—dijiste abrazándola. Ella respondio a tu abrazo—¿Cuándo te vuelvo a ver?, ¿mañana?, te paso a buscar, o no se—dijiste mirándola, la viste sonreir—
-me encantaría…pero no puedo—dijo ella y tu corazon se apreto—

-¿Por qué? Puede ser despues del trabajo, asi como hoy—dijiste pero la viste negar con su cabeza—
-mañana no trabajo—dijo ella y frunciste el ceño—

-¿entonces?—preguntaste—

-Mauricio quiere ir a ver a sus papas, y tenemos que ir La Plata—dijo ella—

-ah—dijiste y ella acaricio tu mejilla—

-cuando vuelva nos vemos, ¿si?—dijo y asentiste para luego besarla—gracias por todo, la pase super bien—dijo ella juntando su frente con la tuya y dándote un beso nuevamente—

-Gracias a vos—dijiste y la apretaste contra tu cuerpo para volver a besarla-





No sabias cuando la volvías a ver…pero te sentias extraño. Habia un monton de cosas que seguias sin entender y una de esas cosas era esto…ese sabor amargo que sentias al tener que soltarla y dejarla ir.



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Hola hola!!! sorpresa!, bueno solo me presente porque estoy de buen humor, aca les dejo la continuacion del anterior, que espero les haya gustado.

y comenten MUCHO...quizas sigo de buen humor♥

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