<Pedro>
Un nuevo
dia estaba comenzando para vos, y te fue inevitable no empezarlo con una
sonrisa. Te estiraste en la cama y miraste tu celular, faltaban unos pocos
minutos para que el despertador sonara, en otro momento, ese simple detalle te
hubiera molestado muchísimo, pero debido a los
acontecimientos que tuvieron
lugar el dia de ayer, te era imposible enojarte.
Refregaste
tu cara con tus manos y mientras esperabas a que el despertador sonara, dejaste
que los recuerdos del dia de ayer ocuparan tu cabeza por un ratito, era lindo
que tus primeros pensamientos del dia fueran para ella. Suspiraste…era hermosa
y habia sido tuya gran parte del dia.
El
despertador sono sacándote de tus pensamientos, lo apagaste rápidamente antes de que Lucia despertara y pensaste si
estaría despierta, recordaste que te habia dicho que tenia que trabajar, pero
no sabias sus horarios exactamente. Decidiste arriesgarte, no perdias nada y
tenias ganas de hacerlo.
“Buen dia hermosa…que comiences bien el dia” escribiste y enviaste rápidamente.
Te levantaste y te dirigiste al baño para higienizarte, hoy tendrías un dia
lleno de reuniones, pero esperabas poder soportarlo, volviste a la habitación
para buscarte la ropa y poder cambiarte, mientras lo hacias, volviste a mirar
el celular y sonreíste al ver una respuesta de ella.
“Buen dia Pepe, espero que vos tambien, un
beso”, respondio ella, y te imaginaste uno de sus
besos…estabas loco por ella. Le respondiste con un emoticón, y ella lo viso,
pero no respondio mas.
Te
acercaste a la cocina para prepararte un desayuno improvisado, y mientras
tomabas un sorbo de café, la pantalla de tu celular se ilumino con una llamada,
y junto con la pantalla, tus ojos tambien se iluminaron, era Paula, y aunque no
tenias su numero agendado para evitar problemas, lo reconociste al instante. Te
limpiaste la boca y rápidamente atendiste.
-¿Hola?—dijiste—
-buen
dia—escuchaste su dulce voz del otro lado, sonreíste ampliamente—
-Buen dia
hermosa…que lindo arrancar el dia escuchándote—dijiste y la escuchaste reir—
-sos un
chamuyero vos—dijo ella riendo y vos lo hiciste también—
-es la
verdad hermosa…¿Cómo amaneciste?—preguntaste y por supuesto que la pregunta iba
con doble sentido—
-muy
bien…aunque los músculos me están pasando factura—dijo ella divertida—pero muy
relajada—dijo ella—
-estoy
igual que vos…hasta me dio gusto haberme despertado antes de que sonara el
despertador—dijiste y la escuchaste reir—
-me paso
exactamente lo mismo—dijo ella—y lo peor de todo, es que no me enoje y estoy de
buen humor—la escuchaste decir—
-tu llamada
me termino de poner de buen humor…aunque el broche de oro seria verte—dijiste y
la escuchaste reir—
-para eso
llamaba…¿almorzamos hoy?—pregunto ella y tu corazon dio un saltito en tu
interior—
-por
supuesto que si…pero con una condición—dijiste sonriendo—
-a
ver…¿Cuál?—dijo ella—
-solo si
vos estas incluida en el menú—dijiste para luego escucharla reir—
-sos un
tarado…pero puede ser—dijo ella—
-vendrias a
ser mi postre—dijiste y ella volvió a reir—
-bueno
Pepe…te dejo, me estoy yendo al trabajo, solo llamaba para decirte eso, pense
que lo olvidaste—dijo ella, y hasta vos te asustaaste al escucharla decir eso—
-¿Cómo me
voy a olvidar?, me dormi con la idea fija anoche…te iba a llamar un poquito mas
tarde de todas formas, pero me ganaste de mano—dijiste—
-no me
importaría escucharte un ratito mas tarde eh—dijo ella y vos reíste—
-entonces…te
llamo mas tarde, y otra cosa, ¿Dónde te gustaría almorzar?—preguntaste mientras
mirabas hacia el pasillo, por las dudas, Lucia era de levantarse temprano—
-mmm, no
se, me da igual—dijo ella—
-¿Qué te
parece en el hotel de la otra vez?—preguntaste—
-como
quieras—dijo ella y sonreíste—
-quiero
entonces—dijiste—
-perfecto—dijo
ella—
-te llamo
mas tarde hermosa…ya estoy contando las horas—dijiste y la imaginaste
sonriendo—
-igual
yo…un beso Pepe—dijo ella y corto la llamada—
Vos
soltaste un suspiro para luego sonreir. Ahora tenias un motivo para hacer tu
trabajo con una sonrisa y buen humor. Terminaste de desayunar, y luego de tomar
tu portafolio, te dirigiste al estacionamiento para luego emprender camino
hacia la oficina.
Efectivamente,
ni bien pusiste un pie en la oficina, ya te habían llamado para presenciar una
reunión.
Antes de ir, te tomaste el tiempo para hacer la reserva en el
hotel y dejar todo listo para después.
Una vez que
termino la primera, tuviste que hacer una video conferencia con tu hermano. El
no pudo viajar, puesto que tu sobrina habia estado muy enferma, y en esos
casos, Federico era capaz de todo, hasta de cerrar la empresa hasta que su hija
estuviera mejor de salud, asi era y lo admirabas….algun dia, en algún futuro,
te encantaría llegar a ser como el, amar a una mujer y formar una familia por
la
cual estuvieras dispuesto a dar tu propia vida.
Luego de la
videoconferencia, volviste a tu oficina, pero para poder llamar a Paula y que
tu ansiedad se minimizara un poco, no lo lograrías del todo, pero harias un
intento. Ambos se pusieron de acuerdo con el horario, por suerte los dos salían
al mediodía y no tendrías que esperar mucho tiempo, al menos tenías la certeza
de que vendría, no como la primera vez.
Cuando tu
dia de trabajo llego a su fin, saliste disparado hacia el estacionamiento, no
veias el minuto de verla. Antes pasaste por una florería y le compraste un
pequeño ramo de jazmines, te gustaba tener esos detalles con ella…porque
siempre recibías a cambio la mas linda de sus sonrisas.
Llegaste al
hotel, y uno de los mozos te acompaño a la mesa que habías reservado esta
mañana mas temprano, ella aun no había llegado por lo que te sentaste para
esperarla.
No tuviste
que esperarla mucho tiempo, al ratito ella hizo acto de presencia y se te hizo
imposible no mirarla de arriba abajo, tenia puesto su uniforme, una pollera de
color azul que le llegaba un poquito mas arriba de las rodillas, una camisa
bastante ajustada que realzaba sus curvas y los primeros botones desprendidos,
que hacían volar tu imaginación. Traia un blazer en sus brazos. Ella te vio y
sonrio, vos te levantaste para recibirla.
-Hola
Pepe—dijo ella—
-hola
hermosa—dijiste acercándote para dasrle un beso en sus labios, ella
sonrio—sentate—dijiste y
ella lo hizo—
-¿ya
pediste?—pregunto y negaste—
-no, llegue
hace un ratito—dijiste y ella sonrio, luego fijo la vista en el ramo,
automáticamente recordaste que lo habias comprado para ella. Se lo extendiste—
-¡ay!
Gracias—dijo ella y por encima de la mesa, beso tu mejilla—
-de nada
linda—dijiste y la viste oler las flores—
El mozo
llego para hacerles el pedido y ambos pidieron.
Tomaste su mano por encima de la mesa y la miraste con atención mientras
te contaba de su dia, ella sonreía todo el tiempo, y te gustaba ser de alguna
manera parte de la causa de esa sonrisa. Y tenias mucho tiempo para sacarle
miles de sonrisas
mas.
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Hola hola!!!!! presente aqui cumpliendo con ustedes, espero que les vaya gustando la historia y por supuesto que comenten
Aqui Rocio, si quieren otro capitulo yo re digo que le digan a belen por twitter que yo la obligo a escribir otro (guiño)
Aqui Rocio, si quieren otro capitulo yo re digo que le digan a belen por twitter que yo la obligo a escribir otro (guiño)
Ya saben, (MAS de 12 comentarios CON NOMBRE DE TWITTER y mañana me tienen de nuevo)....y si no NO SUBO
Obvio que quiero otro!!! Quiero saber como termina el almuerzo 😉
ResponderEliminarObvio que quiero leer otro cap. Me encantó este cap. @SilvinaAraceliR
ResponderEliminarComo me gusta esta novela! Quiero otro ya! @SuarezChaves_
ResponderEliminarMe muero por leer el postre!!!
ResponderEliminarSiempre hay ganas de un capítulo más,amo esta historia.
ResponderEliminarOtroooo
ResponderEliminarQue lindo!!!!!
ResponderEliminarbellisimo, amo esta historia
ResponderEliminar@pedropaulaoli4
Me encanta la nove!! @Flor_Molinari
ResponderEliminarAy que no los vea nadie!
ResponderEliminarAyyy me encanto @rociibell23
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