Capitulo 45

<Paula>

Ni bien cerraste la puerta, sentiste un total vacio por dentro…suspiraste, pero luego sonreíste. Habia estado allí, habia ido a verte, y lo hizo por el simple hecho de que no queria que estuvieras enojada con el. El solo pensar que a el le pasaba lo mismo que a vos, te hacia ruido…sabias perfectamente que no pasaba mas alla del deseo, pero a veces te asustaba la manera en que lo pensabas, no podias sacarlo de tu cabeza ni por un par de segundos.

Hoy habia sido un dia tan lindo, quizás no habia empezado de la mejor manera, como lo fue trabajando, pero Pedro le dio un toque especial, estabas contenta, tu sonrisa era por el.

Te sentaste en el sillon y estiraste tus piernas sobre el, sentiste un leve dolor en tu bajo vientre y sabias de que se trataba, el habia estado allí hace unos minutos atrás, nuevamente sonreíste. Tu celular comenzo a sonar y lo agarraste, te habias aprendido de memoria ese numero y tu sonrisa se hizo mas grande.

-Hola—dijiste, contenta—

-Hermosa, ¿Cómo estas?—pregunto el y suspiraste—

-perfecta….¿que paso que llamaste? ¿te olvidaste algo?—preguntaste alarmada y poniéndote de pie—

-No, no…tranquila, no me olvide nada—dijo el y frunciste el ceño—

-¿entonces?—preguntaste—

-entonces…me arrepiento de haberme ido—dijo el, haciéndote reir—

-tarado—dijiste, lo escuchaste reir—¿ya llegaste a tu casa?—preguntaste mientras volvías a sentarte—

-estoy por hacerlo—dijo el, y abriste los ojos de par en par—

-¿estas manejando? ¡te voy a cortar! –dijiste llevándote una mano al corazon—

-tranquila loquita, te estoy hablando del estacionamiento—dijo el, y suspiraste—

-tonto—dijiste—

-quiero verte otra vez…¿sera posible?—dijo el y lo escuchaste suspirar—

-puede ser…me pasa lo mismo—dijiste vos, mordiéndote tu labio inferior—

-¿podemos vernos mañana?—pregunto el de repente. Vos frunciste tus labios, no estabas segura—

-mañana trabajo Pepe—dijiste—

-pero, ¿y despues?—pregunto el—

-nada, pero no se que va a hacer Mauricio—dijiste—

-¿ni un ratito?—pregunto y mordiste tu labio—

-tengo muchas ganas, pero no se—dijiste—

-¿podes intentarlo al menos? Yo voy a ver que hago, pero quiero verte—dijo el, y sonreíste. Te gustaba escucharlo decir que queria verte—

-esta bien, te prometo que voy a intentarlo, voy a ver que puedo inventar, ¿si?—dijiste, y ya tu cabeza comenzo a maquinar imaginando posibles excusas—

-con escucharte decir eso, me alcanza y me sobra hasta mañana—dijo el, y reíste—

-loco—dijiste—

-por vos….te dejo hermosa, creo que no me alcanzo con haberte soltado hace un rato, no se si voy a 

aguantar—dijo el y sonreíste—

-y lo vas a tener que hacer—dijiste y en ese momento escuchaste las llaves en la puerta, tu pulso se acelero—bueno Vale, mañana almorzamos, ¿te parece?, aca justo entro Mauricio—dijiste y lo viste a tu novio fruncir el ceño para luego sonreírte—

-¿Qué decis?—lo escuchaste decir y sonreíste, su aparición te habia venido como anillo al dedo—

-sip, aca esta, asi que le pido permiso—dijiste riendo, lo miraste y el negó riendo con la cabeza—bueno, nos vemos loca. Un beso—dijiste—

-un beso…en donde mas te guste, igual , creo ya lo descubrí—dijo, haciéndote sonrojar—

-chau—dijiste y cortaste la llamada. Mauricio se acerco a vos para saludarte con un beso en la mejilla, pero vos te alejaste, olvidaste darte un baño y estabas segura de que tenias su perfume 

impregnado en tu piel—

-¿Qué paso?—pregunto el y vos reíste negando—

-estas todo transpirado…y tengo mi uniforme, ni loca te me acercas asi—dijiste señalándolo, el se rio y se acerco, vos saliste corriendo en dirección contraria, mas bien hacia el baño—

-¡Paula!—dijo el, riendo—no vas a ir a ningún almuerzo eh—dijo el, gritando y te encerraste en el baño, para luego sacarte la ropa y meterte a la ducha—

No querias sacar su olor de tu piel, pero era necesario, Mauricio podría darse cuenta y no querias problemas.  Una vez que terminaste con tu baño, te dirigiste a tu habitación para poder cambiarte, y lo hiciste con una enorme. Mauricio ya estaba bañado y acostado en la cama, al parecer habia ocupado el baño del pasillo.

-¿Por qué tan feliz?—te pregunto, sacándote de tu estado de ensoñación. Vos lo miraste—

-¿Por qué?—preguntaste mientras sacabas tu pijama y te cambiabas—

-por tu sonrisa…se te va a partir la cara al medio—dijo riendo, vos le sonreíste—

-estoy de buen humor nada mas—dijiste encogiéndote de hombros—

-ah…¿y me compartis un poquito de tu buen humor?—pregunto, y tu mente se puso alerta, sabias a lo que se referia, pero no podias esquivarlo para siemrpe—

-no, gracias—dijiste divertida—

-¿Vas a almorzar con Valeria mañana?—pregunto y asentiste—

-si, me llamo para decirme—dijiste y el asintió para luego ponerte una cara triste—¿Qué pasa que me miras asi?—dijiste sonriéndole—

-queria que almorcemos juntos mañana—dijo desganado—apenas nos vemos ahora—dijo el, y justo que te pusiste de espaldas para agarrar el peine, cerraste tus ojos con fuerza para suspirar disimuladamente—

-ya se gordo…pero, no lo hizo por nada, necesita hablar conmigo, esta teniendo unos problemitas. A la noche cenamos si queres, ¿dale?—preguntaste y el volvió a sonreir—

-¿me lo prometes?—pregunto y asentiste—me pongo feliz entonces…no veo la hora de que sea mañana a la noche—dijo sonriéndote—

Volviste al baño para secarte el pelo, y esta vez, pusiste todo tu empeño en tardar tanto como te fuera posible. Necesitabas que se quedara dormido, no tenias ganas de estar con el, no cuando horas antes 

te habias entregado a otro hombre, a Pedro. 

En estos momentos a solas y con Mauricio cerca, eran en los que te preguntabas porque estabas haciendo lo que hacias, eran esos en los que pensabas en terminar con Pedro, y en los que te preguntabas que era ese “algo” que de alguna manera no te dejaba alejarte de Pedro.

Suspiraste y con el pelo seco, volviste a la habitación, Mauricio gracias a Dios ya estaba dormido, y nunca estuviste mas agradecido de que lo estuviera. Te acostaste a su lado tomando tu celular para poner el despertador, maana tendrías que trabajar nuevamente.

Tu corazon dio un saltito al ver un mensaje privado, era el, sonreíste automáticamente. “Buenas noches hermosa…que descanses♥”, le contestaste y apoyaste tu cabeza contra la almohada. Sonreíste y miraste el anillo que el te habia regalado, aun seguía en tu mano, y por mas que lo hubieras intentado, no te sentias capaz de poder quitártelo…era como que si de alguna manera, el estuviera cerca tuyo.

.........................................

Hola hola!!!!! presente aqui cumpliendo con ustedes, espero que les vaya gustando la historia y por supuesto que comenten

Ya saben, (MAS de 12 comentarios CON NOMBRE DE TWITTER y mañana me tienen de nuevo)....y si no NO SUBO